The realization that only the divine hand of God could help and comfort them in those awful times.
En la Edad Media, el mundo musulmán se extendía desde la India hasta España, pasando por Jerusalén y Tierra Santa. Para judíos, cristianos y musulmanes, Jerusalén era y sigue siendo una ciudad santa. De hecho, para los cristianos medievales era el centro de su mundo espiritual y geográficamente según sus mapas.