...le gustó más la silla del bebe oso pero era muy pequeña para ella. De repente se le rompió lo silla se cayó al suelo.
Ella estaba muy cansada ahora y se acostó en todas las camas una por una. La cama de Bebé Oso era tan cómoda se durmió enseguida. Poco después , los osos volvieron del bosque listos para comer la sopa. En el momento de ver la puerta abierta, el plato vacío y la silla rota, ello sabían que alguien estaba en su casa. Nadie sabia que pensar. Entonces los osos fueron a la alcoba. ¡Qué sorpresa tenían allí ¡En la cama de de Bebé Oso había una chica!. Pero cuando Ricitos de Oro oyó las voces de los osos ella se despertó asustada y corrió de la casa. Ella encontró la senda y muy pronto llegó a su casa. ¡Qué aventura!