La respuesta correcta para esta pregunta abierta es la siguiente.
El cuadro comparativo lo elaboras tú, como parte de tu tarea.
Lo que nosotros podemos hacer con mucho gusto es ayudarte con las ideas que puedes incluir en tu cuadro.
Antes de la pandemia, Ecuador se colocaba como uno de los países sudamericanos con mayor desarrollo humano. La empresa privada aumentaba sus inversiones en el país. Aunque lento, había un ligero repunte en el empleo. El gobierno podía aplicar cierto presupuesto en la generación de programas sociales para ayudar a la población. Los sistemas públicos de salud, sin ser los ideales, atendían a la población necesitada. El ciudadano común vivía una vida normal. Salía, se divertía, consumía lo que podía y lograba que el dinero circulara en la economía ecuatoriana.
Desafortunadamente, después de la pandemia, muchas cosas cambiaron para mal. Los servicios de salud pública no tuvieron tanta capacidad para atender las emergencias y el servicio se vio rezagado. Las empresas tuvieron que cerrar. Hubo varios despidos y recortes de personal. Las corporaciones dejaron de invertir en nuevos negocios. El gobierno dejó de invertir en proyectos de infraestructura. Cayeron las ventas de los comercios. El comercio electrónico tuvo un notorio repunte porque las personas no querían salir de casa por miedo. El turismo dejó de visitar Ecuador. La gente dejó de gastar en deporte, diversión, entretenimiento y esas empresas se vieron seriamente afectadas.
Reflexión.
Uno de los mayores problemas durante la pandemia fue la desinformación que pegó directamente en la sociedad. Al día de hoy, la gente todavía nos abe que tanto es verdad y qué tanto es el "pánico colectivo."
Al día de hoy, la gente se pregunta si fue necesario ordenar varias cuarentenas y tan prolongadas, ya que el efecto económico para los países fue más que desastroso. Incluso, más, que el propio problema de salud.
Entre chismes y rumores, la gente sintió miedo, y ese miedo paralizó a la sociedad. Sólo creían lo que les decía el gobierno y las noticias. Pero pocas personas decidieron investigar más allá y leer escuchar a distintos especialistas. Los que estaban a favor y en contra de las medidas tomadas. Esa gente vivió sin miedo y fue capaz de tomar sus propias decisiones.
Y eso es lo importante, que ante cualquier situación como estas, porque vendrán más, la gente no se quede tan sólo con lo que le informan porque la pueden engañar e infundir miedo. Lo importante es que la gente pregunte, busque más fuentes de información, diferentes puntos de vista, y al final, sean ellos los que saquen sus propias consecuencias.
Así, nadie los podrá engañar.