Answer: Si te desmayas por dulces susurros en francés, italiano o español, no estás solo. Pero mientras que aprender a hablar un idioma famoso por su romance puede aumentar su atractivo sexual, la razón de su preferencia de un vernáculo sobre otro puede tener poco que ver con la forma en que los sonidos salen de la punta de la lengua.
El emperador romano poliglota Carlos V declaró: «Hablo español a Dios, italiano a las mujeres, francés a hombres y alemán a mi caballo». Aunque los puntos de vista del gobernante del siglo XVI todavía pueden mantenerse fieles a algunos de hoy, su opinión poco halagüeña de este último idioma es más probable que no sea influenciada por el poder y el estado del país en ese momento que el tono de sus hablantes.
Los sociolingüístas creen que el atractivo de un idioma está determinado por la forma en que vemos positivamente a un grupo particular de personas que comparten una perspectiva cultural.
Según la Dra. Vineeta Chand de la Universidad de Essex, si tenemos una percepción positiva de una comunidad en particular, tendemos a tener opiniones igualmente positivas de la lengua en la que hablan.
El valor lingüístico y el atractivo son, según ella, vinculados al prestigio del orador. En otras palabras, las ventajas socioeconómicas y de movilidad que ofrece el lenguaje.