En lo personal considero al grabado de La calavera garbancera como la pieza maestra del museo pero al pasear por sus pasillos te iras dando una idea sobre el día a día de la vida en el México de principios del siglo XX. Aunque es muy pequeño el museo ofrece una tarde muy agradable entre grabados y muros del extinto anexo parroquial del templo del Señor del Encino. Anímate a visitarlo y realizar tu propio grabado de calaveras.