Se denomina unidad del paciente al conjunto formado por el espacio de la habitación, el mobiliario y el material que utiliza durante su estancia en el centro hospitalario.
En las habitaciones con varias camas, cada unidad puede aislarse mediante biombos o cortinillas para asegurar y respetar la intimidad de la persona. En las habitaciones individuales, se considera «unidad del paciente» a todo el contenido y el espacio físico de la propia habitación.
En una unidad de hospitalización habrá tantas unidades del paciente como número de camas.
El número de camas por habitación (o número de unidades del paciente) varía de un hospital a otro. Hay centros que tienen gran número de habitaciones individuales, mientras que otros sólo cuentan con alguna, siendo la gran mayoría de las salas de dos o tres camas.
La situación ideal es poder disponer en cada planta, o control de enfermería, de habitaciones individuales y de habitaciones compartidas, para utilizar una u otra modalidad en función de las características de los pacientes.
Las habitaciones individuales deben preservarse para el aislamiento de los pacientes que presenten las siguientes patologías:
– Estado grave en general.
– Enfermos con patología