Como padre de la lógica occidental, Aristóteles fue el primero en desarrollar un sistema formal de razonamiento. Observó que la validez deductiva de cualquier argumento puede determinarse por su estructura y no por su contenido, por ejemplo, en el silogismo: Todos los hombres son mortales; Sócrates es un hombre; por lo tanto, Sócrates es mortal.
En la estética, la ética y la política, el pensamiento aristotélico sostiene que la poesía es una imitación de lo que es posible en la vida real; esa tragedia, por imitación de una acción seria lanzada en forma dramática, logra la purificación (katharsis) a través del miedo y la piedad; esa virtud es un medio entre los extremos; que la felicidad humana consiste principalmente en la actividad intelectual y, en segundo lugar, en el ejercicio de las virtudes; y que el Estado es una sociedad autosuficiente, necesaria para que los seres humanos alcancen la felicidad.