Answer:
En una fría noche de invierno se encontraba un árabe durmiendo en su tienda. De repente su camello metió su nariz en la tienda y dijo:"Amo, ¿podría entrar para calentarme?"
Después de dudar por un momento el árabe dijo:"Está bien."
Luego el camello estiró su cuello dentro de la tienda y dijo:"Todavía siento frío. ¿Podría meter mi cuello?"
"Sí, está bien," dijo el árabe. Luego el camello dijo:"Todavía siento mucho frío. ¿Podría meter mis patas delanteras?"
"Está bien," dijo el árabe.
Ahora el árabe tenía que retroceder para hacer más lugar. El camello habló otra vez:"En esta posición mantengo la tienda abierta, y ambos sentimos frío. Déjame entrar y cerrar la cortina. Así ambos podemos calentarnos."
"Bueno," dijo el árabe.
Y el camello entró y cerró la cortina. Pero ya no había suficiente espacio para ambos. La tienda era demasiada pequeña. Después de un momento el camello dijo:"No hay suficiente espacio para ambos.
Tú eres más pequeño que yo. Sería mejor que tú salieras. Entonces habrá espacio para mí. Por lo menos uno de nosotros estará cómodo."
Después el camello sacó a su amo de la tienda de un empujón. El árabe se dijo a sí mismo:"Estaba equivocado. En primer lugar, no lo hubiera dejado meter la cabeza."
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