La respuesta correcta para esta pregunta abierta es la siguiente.
Mario Benedetti expreso: “¿Qué pasaría si de pronto una injusticia, sólo una, es repudiada por todo, que somos todos, no unos, no algunos, sino todos?”
Lo que esta frase dice respecto a la fuerza que puede tener la humanidad es que si en algún momento la humanidad dejara atrás diferencias, problemas, agendas personales, egoísmos y rencores, tendría la fuerza necesaria como para derrocar gobiernos corruptos, exigir transparencia en las decisiones de los gobernantes, exigir mejores oportunidades de vida para todos, entre otras muchas cosas.
El problema es que los humanos estos divididos por religiones, partidos políticos, etnias, razas, puntos de vista, estratos sociales y demás divisiones que solo nos debilitan como humanos.
Así, divididos y débiles, el humano es dócil y fácil de gobernar.