Espero que ayude:
Los franceses exploraron primero el «nuevo mundo» buscando un pasaje hacia las Indias. La exploración francesa de América del Norte comenzó durante el reinado del rey Francisco I. En 1524, envió (gracias a los barcos del normando Jéhan Ango) a Giovanni da Verrazano para explorar la región entre Florida y Terranova, para descubrir un paso hacia el océano Pacífico. Aunque no descubrió esa ruta, Verrazano se convirtió en el primer europeo en explorar gran parte de la costa atlántica de los actuales Estados Unidos y Canadá. Diez años después, Francisco I envío a Jacques Cartier a explorar la costa de Terranova y el río San Lorenzo.
Los dos primeros viajes de Cartier tenían como objetivo encontrar un pasaje hacia Oriente, mientras que el tercero, que comenzó en 1541, buscaba descubrir el legendario reino de Saguenay y el establecimiento de una colonia permanente en las orillas del San Lorenzo. En agosto de 1541, su grupo estableció una colonia fortificada, llamada Charlesbourg-Royal, en el sitio del actual distrito de Cap-Rouge en Quebec. Un segundo fuerte fue construido sobre un acantilado que dominaba la colonia, para mejorar su protección. Después de haber dado a todos un trabajo que hacer, el 7 de septiembre, Cartier salió en un barco para un reconocimiento, con una pequeña escolta, en busca de ese famoso reino de Saguenay. Sin embargo, el mal tiempo y los rápidos evitaron que llegase al río Ottawa.
Cartier regresó a Charlesbourg-Royal y se encontró a la colonia luchando por su supervivencia. Después de un invierno difícil, Cartier fue consciente de que la falta de mano de obra y de recursos para proteger el fuerte y encontrar el reino de Saguenay. Regresó a Francia en junio de 1542. El sieur de Roberval tomó el mando de Charlesbourg-Royal, pero decidió abandonarlo al año siguiente, debido a las enfermedades, el clima terrible y la hostilidad de los nativos que llevaban a los colonos a la desesperación. La ubicación precisa de esa colonia fue un misterio para los historiadores, hasta el reciente descubrimiento por los arqueólogos (agosto de 2006) de sus restos, incluido un plato que probablemente perteneció a Roberval