Answer:
I/write a letter/at three o'clock D the afternoon
Explanation:
Google translate
A) una biografia.
B) una metafora.
C) antes de escribir.
D) el punto de vista.
Because my family is located in several of those countries the usual dishes that are common between all of those are...
enchiladas, tacos, quesadillas,tamales
Cuba-patacones, lechon asado, picodillo a la criolla
Ayer yo estaba una hora en una tienda de artículos de cuero. Después de mirar todas las bolsas de cuero allí, finalmente decidí encontrar una bolsa negra de cuero que me encantó. La compré, salí del centro comercial y lleve la bolsa nueva en mi carro. Después de que ir al supermercado. con mis compras y volví al carro. De repente oí un ruido procedente del interior de la bolsa de cuero. ¡Miré y allí encontré un celular! ¡Qué curioso! Sonó y contesté. Una señora me dijo que dejo su celular en la bolsa sin querer cuando la estaba mirando en la tienda. Por la tarde, ella fue a mi casa y le di el celular. ¡Después, cuando miré mejor, vi que la mujer también dejó cien dólares en la bolsa!
Iempre, las mariposas y las golondrinas y los flamencos vuelan huyendo del frío, año tras año, y nadan las ballenas en busca de otra mar y los salmones y las truchas en busca de sus ríos. Ellos viajan miles de leguas, por los libres caminos del aire y del agua.
No son libres, en cambio, los caminos del éxodo humano.
En inmensas caravanas, marchan los fugitivos de la vida imposible.
Viajan desde el sur hacia el norte y desde el sol naciente hacia el poniente.
Les han robado su lugar en el mundo. Han sido despojados de sus trabajos y sus tierras. Muchos huyen de las guerras, pero muchos más huyen de los salarios exterminados y de los suelos arrasados.
Los náufragos de la globalización peregrinan inventando caminos, queriendo casa, golpeando puertas: las puertas que se abren, mágicamente, al paso del dinero, se cierran en sus narices. Algunos consiguen colarse. Otros son cadáveres que la mar entrega a las orillas prohibidas, o cuerpos sin nombre que yacen bajo tierra en el otro mundo adonde querían llegar.
Sebastião Salgado los ha fotografiado, en cuarenta países, durante varios años. De su largo trabajo, quedan trescientas imágenes. Y las trescientas imágenes de esta inmensa desventura humana caben, todas, en un segundo. Suma solamente un segundo toda la luz que ha entrado en la cámara, a lo largo de tantas fotografías: apenas una guiñada en los ojos del sol, no más que un instantito en la memoria del tiempo.