El dolor en la articulación metatarsofalángica se debe a cambios tisulares debidos a una biomecánica aberrante del pie. Los signos y síntomas incluyen dolor al caminar y dolor a la presión. El diagnóstico es clínico; sin embargo, deben realizarse estudios para excluir infecciones o enfermedades reumáticas sistémicas (como la artritis reumatoidea). El tratamiento incluye ortesis, a veces inyección local, y en ocasiones cirugía.