El vidrio no templado contiene burbujas de aire microscópicas que se expanden y contraen a medida que el vidrio se calienta y enfría, especialmente a temperaturas extremas como durante el enlatado y la congelación. Cuando esas pequeñas burbujas de aire se expanden, hacen que el vidrio se rompa o incluso explote. Espero que esto haya ayudado, por favor, dé cinco estrellas y mentalmente.