Answer:
The number of molecules in CH4, also known as methane, is merely 0.85 * 6.02210 * 10 ^ 23 (Avogadro's Number). This amounts to <em><u>approximately 5.1 * 10 ^ 23 molecules</u></em><u> with the correct number of significant figures</u>.
Answer:
Chlorine is more likely to steal a valence electron from sodium.
Explanation:
Sodium is number 11 on the periodic table with one valence electron. Belonging to the first group, it's one of the alkali metal, which are known to be highly reactive. Chlorine is number 17 with seven valence electrons, and it's in the second-to-last group of halogens--also very reactive.
Considering that elements with one valence electron are just about 100% likely to give up electrons to reach a stable state, sodium would be the element that is more likely to lose its valence electron to chlorine. In other words, chlorine would be the electron thief.
Answer:
Los ácidos húmicos son restos de vida orgánica totalmente descompuestos. Son moléculas de cadena larga que son de alto peso y de color marrón oscuro. No son un solo ácido. Más bien, "ácido húmico" es un término amplio que se refiere a una mezcla compleja de muchos ácidos diferentes que son solubles en soluciones alcalinas. Existen de forma natural como parte del ciclo de vida de la naturaleza en suelos, océanos y arroyos. Cómo se forman?
Cuando las plantas y los animales mueren, sus moléculas quedan disponibles en el suelo para ser utilizadas por otros organismos. Bacterias, hongos, protozoos, lombrices de tierra e incluso insectos consumen el material fresco. Después de largos períodos de tiempo, cuando la materia en descomposición se ha comido y transformado a través de varios ciclos, lo que queda es un material resistente que resiste una mayor descomposición, llamado humus. (Este proceso se conoce como "humificación"). El humus es un término general que se refiere a compuestos estables y altamente complejos que son resistentes a una mayor descomposición. Y el humus consta de tres componentes: ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y humus. Los ácidos húmicos y fúlvicos han demostrado ser invaluables para entornos de suelo saludables, particularmente por sus contribuciones a la estructura del suelo y la transferencia de nutrientes entre el suelo y las plantas.