<span>A chemical reactions :
Involves small amounts of energy.
</span><span> Only electrons are involved.
</span><span>The mass remains the same.</span>
It is called a spring tide
Here is the correct option: According to Newton's third law of motion, the balloon is pushed forward as the air is forced out. Newton's third law of motion states that for every action there is an equal and opposite reaction. This means that in every interaction, there is a pair of force that is acting on the interacting objects, the size of the force on the first object is equal to the size of the force on the second object.
Answer:
67.91 g of CuCl2; 32.09 g of Cu.
Explanation:
The two masses add to 100.0 g, the initial amount of starting material, demonstrating the law of conservation of matter.
La fuerza de la gravedad depende de la masa (el peso) de cada objeto. La fuerza con que se atraen dos objetos es proporcional a su masa y disminuye rápidamente en el momento en que los separamos. De hecho, nosotros también atraemos objetos con ‘nuestra’ fuerza gravitatoria, pero pesamos tan poco que no podemos percibirlo. En cambio, el Sol es tan grande que es capaz de mantenernos girando a su alrededor a pesar de estar muy lejos. La Luna también ejerce su propia fuerza gravitatoria, pero, como es más pequeña y ligera que la Tierra, si nos pesásemos sobre su superficie veríamos que pesamos unas seis veces menos que en la Tierra.
Podríamos preguntarnos por qué la Luna no cae sobre la Tierra al igual que una manzana cae del árbol. La razón es que nuestro satélite nunca está quieto. Se mueve constantemente a nuestro alrededor. Sin la fuerza de atracción terrestre, se alejaría flotando en el espacio. Gracias a esta combinación de velocidad y distancia de nuestro planeta, la Luna siempre está en equilibrio, ni cae ni se aleja. Si se moviera más rápido, se alejaría, si se moviera con más lentitud, ¡caería!
Hemos dicho que la fuerza de la gravedad también depende de la distancia. Si nos alejásemos lo suficiente de la Tierra, escaparíamos a su fuerza de atracción. Y eso es lo que tratamos de hacer con las naves espaciales. Necesitamos superar la llamada ‘velocidad de escape’, que es aproximadamente 11,2 km/s (a esa velocidad, podríamos viajar de Londres a Nueva York ¡en tan solo 10 minutos!). Cuando un cohete alcanza esa velocidad, ya es libre para viajar por el sistema solar.
Dentro de una nave en órbita, no sentimos la fuerza de la gravedad terrestre. Los objetos no caen, sino que flotan, así que si saltas, no regresas al suelo. Es lo que les ocurre a los astronautas cuando están a bordo de una estación espacial que orbita alrededor de la Tierra.